Rafting en el Río Juramento

Adrenalina en el agua

Salimos de Salta un sábado de febrero rumbo al kilómetro 34 de la ruta provincial 47, donde se encuentra la base de Salta Rafting. El señor @tripticity_ no participó por comodidad del periplo, sí una gran amiga.

El recorrido toma unas dos horas desde el centro, pues luego de llegar al pueblo de Coronel Moldes se debe atravesar íntegramente el embalse Cabra Corral para tomar el desvío rumbo a la base.

Al llegar nos familiarizaron con los elementos de salvamento que debíamos obligatoriamente utilizar en la travesía, casco y chaleco salvavidas, y nos ofrecieron trajes y calzados náuticos disponibles. Luego fue el turno de una breve charla instructiva sobre el rafting y nos informaron sobre los protocolos de seguridad antes de salir al río.

Ese día salían nueve gomones, con ocho excursionistas y un guía cada uno, por lo que la ansiedad de la pequeña multitud se hacía sentir.

Una vez conformados los equipos para cada bote inflable, lo alzamos entre todos y bajamos hasta el río.

Durante la primera parte del recorrido, nuestro guía nos dio indicaciones adicionales, mientras disfrutábamos del verde paisaje del Cañón del Juramento. Por lo alto pasaban aves y mariposas y en las orillas la vegetación contrastaba con la brava corriente que serpentea los altos paredones de piedra teñida en óxido. Allí, nuestro simpático guía Robert nos relató el porqué de los colores de la roca, así los cerros rojizos dan cuenta de la existencia de óxido de hierro, los verdosos por la presencia de cobre y los marrones por las piedras calizas.

El río Juramento nace en el Nevado del Acay, se lo llama río Calchaquí mientras recorre los Valles, luego toma el nombre de río Guachipas cuando sale de la Quebrada de las Conchas y se va acercando al dique General Belgrano, para luego tomar el nombre de Juramento en honor al acto de jura de la bandera nacional por el glorioso Ejército del Norte. Tiene una longitud de 2.210 kilómetros y desemboca en el río Paraná.

Luego el enérgico Robert nos mostró claros sedimentos marinos que surgieron como consecuencia del choque de placas tectónicas del Océano Pacífico y América del Sur. Lo más impresionante fueron las huellas de dinosaurios, la playa del cretácico, los fósiles de algas marinas que datan de millones de años y parte del piso del mar.

Para entonces, decidió que era hora de mi “bautismo”. Es que durante ese apacible y corto recorrido, antes de los rápidos, le había contado que era mi primera vez en Salta Rafting, por lo que no dudó en tirarme al río y tomarme con fuerza de nuevo al bote. El agua se sintió fresquita, aunque la sorpresa de la zambullida no dejó mucho tiempo para la duda. Además, los primeros rápidos clase dos ya se acercaban. En ellos nos íbamos preparando para los siguientes más intensos clase tres, en los que las piedras forman surcos bien marcados en los que choca el gomón y se van generando grandes olas que empapan indefectiblemente a toda la tripulación.

A medida que íbamos bajando y se acercaba otro rápido clase tres la emoción aumentaba pues para entonces ya queríamos todos volver a sentir la adrenalina de la velocidad, los movimientos de las olas y el frescor del agua bañándonos.

Robert nos iba dando las indicaciones del remo: “adelante, adelante, adelante”, o “derecha atrás, izquierda adelante” y así lográbamos ubicar el gomón de nuevo en el curso para continuar con el descenso.

Se atraviesan en total unos diez rápidos, de pura emoción y sensación de aventura, en el encañonado paisaje.

Desde el inicio se recorren unos quince kilómetros hasta el Paraje Los Lapachos, lo que toma cerca de dos horas. Pero antes de llegar, Robert invita a quien se atreva a tirarse al agua y dejar que la corriente lo lleve hasta el punto de encuentro. @tripticity_ dudó pero tomó coraje y se lanzó. No hay mucha profundidad por lo que la recomendación es hacer la plancha con los pies al frente y relajarse mientras la corriente hace su trabajo. Ya en tierra, ayudamos entre todos a cargar el gomón y tomamos el bus que nos devolvió a la base en un viaje de media hora.

El rafting tiene una dificultad intermedia, pero no se requiere de conocimiento previo para poder hacerla. Una recomendación fundamental, además de protector solar resulta indispensable llevar repelente de mosquitos pues abundan, y es clave una muda adicional de ropa seca pues se vuelve empapado.

Una vez de vuelta en la base, se puede contratar la opción de almuerzo en la que se sirve un asado con ensaladas. Al finalizar, se ofrecen a la venta las fotografías que el kayakista de rescate va tomando durante el recorrido.

La experiencia de rafting en el río Juramento es sin duda una recomendable opción para quien busque aventura en la visita a la maravillosa provincia de Salta.