Arca Yaco
Excelso vino de altura en San Lucas
Al oeste de San Carlos, tras atravesar el paraje San Lucas y su río homónimo unas cuantas veces, llegamos a Finca Arca Yaco. Su creador nos esperaba atento para concretar la visita que habíamos concertado tiempo atrás. Nos guió hasta la bodega, localizada en una meseta de altura desde la cual se aprecia la belleza de la Quebrada de San Lucas; el sol de los Valles Calchaquíes iluminaba con intensidad el soberbio paisaje.
Supimos entonces que estábamos en un lugar diferente, especial, único en Salta.
Sin prisa y en detalle, Matías Etchart empezó a compartirnos su historia y la de su bodega. Desde ese punto panorámico fuimos maravillándonos con su explicación sobre las variedades de plantas de su proyecto: además de los tradicionales Malbec y Cabernet Sauvignon, apostó hace varios años por la cepa del momento, Cabernet Franc. Adicionalmente, decidió concretar en una de las laderas de la montaña una osada experimentación, la variedad de uva tinta zinfandel tan característica de Napa Valley. Habrá que esperar para descifrar tamaño ensayo... En producción son unas siete hectáreas del total de mil que componen la finca.
Íbamos por esa parte cuando arribaron unos visitantes, los hermanos Barbenza de Rías de Cafayate, quienes se unieron al recorrido. Encantadores hombres del mundo, del vino y del mundo del vino con quien @tripticity_ generó de inmediato una gran afinidad.
Ya dentro de la bodega, de estilo colonial con gruesos muros y altos techos de tejas, reparamos en el mosaico que da cuenta de los responsables de su construcción. Edgar Mamaní y Mateo Díaz, arquitecto y constructor, ambos oriundos de los Valles Calchaquíes. Otra evidencia de la personalidad de Matías y su fuerte apuesta a esta tierra.
Ingresamos a la gran sala, hogar de las barricas de quinientos litros. En ese escenario, el winemaker nos relató el proceso de manufactura de su vino de alta gama, compartiendo incluso con nosotros sus secretos, tales como la utilización de barricas grandes para evitar que la madera se imponga, de modo de respetar el sabor natural del jugo de la uva. Luego, ante nuestra curiosidad sobre el por qué del nombre con el que bautizó sus etiquetas, nos contó con orgullo que es un tributo a su tío y padrino Arnaldo, histórico hacedor de vinos de Cafayate y que gustaba de cantar los boleros de Consuelito Velázquez y Armando Manzanero.
Como único ornamento del establecimiento, no podía faltar una obra original de Emilio Haro Galli.
¿Los vinos? Probamos el Malbec, el Cabernet Sauvignon y el Franc aún en etapa de reposo, y nos dejó sin palabras. Por algo las botellas de Arca Yaco, sin departamentos de marketing ni distribuidoras de por medio, se encuentran en los más selectos restaurantes de Buenos Aires.
La concreción de proyectos como el de Matías emocionan a @tripticity_, pues se valora el esfuerzo, el buen gusto y, sobre todo, el compromiso con la calidad y con la tierra.