Viñedos Yacoraite

Y su excepcional bar de vinos

Conocida como La Pollera de la Coya, la extraordinaria formación montañosa es un ícono del paisaje de la Quebrada de Humahuaca.

Pues bien, la apertura del wine bar de Viñedos Yacoraite permite complacerse con ese espectáculo multicolor, cata de vino mediante.

La arquitectura modernista e innovadora estuvo a cargo de Gastón Montiel, quien supo potenciar los elementos del paisaje en un contexto de diseño de vanguardia.

El emplazamiento, junto frente a Yacoraite, no es solo estratégico sino singular pues la inmensidad del panorama de las viñas resalta aún más el rojo que destaca del gran cerro.

El interior del wine bar se compone de un mobiliario que homenajea la sofisticación, los tonos cálidos, la sobria elegancia. Estuvo a cargo de Gabriela Izquierdo, quien logró un notable equilibrio en su belleza, sin opacar la estrella de la casa, el Yacoraite.

Son unas cuatro hectáreas, en la que se producen -de modo orgánico- malbec, merlot y cabernet franc, y en cepas blancas están probando torrontés, chardonnay e, incluso, un riesling.

El menú del mediodía fue diseñado por la colosal Florencia Rodriguez, en una secuencia de pasos que armonizan con los vinos de altura.

Un largo camino de regreso nos esperaba, por lo que solo pudimos probar el tapeo y degustar un Cabernet Franc Mallku, quedándonos pendiente la propuesta completa del restaurant con la mejor vista de toda la Quebrada, la que nos invita siempre a volver, pues es inagotable.

Si bien la recepción apreciaría mayor cordialidad hacia el visitante de parte de la gerenciadora, nos quedamos con la soberbia vista del wine bar, en el podio de las bodegas del nororeste, más la belleza de los cerros que la rodean y el cuidado vino de sus parcelas con su potencia propia de la altura.