Pristine Luxury Camps

Relax y delicias en la selva

Habiendo disfrutado la experiencia de Pristine en Salinas Grandes, ni bien supimos de la inauguración de su gemela en Iguazú hicimos reserva para vivir la propuesta en su versión misionera. 

En el medio de la selva paranaense, esta reserva de lujo ofrece una experiencia de atención híper personalizada en sus seis suites de estilo choza, construida mediante arquitectura sostenible que no produce impacto sobre el terreno. Además, el proyecto potencia el desarrollo de las comunidades, mediante la inclusión en su equipo de locales; incluso, en Puerto Libertad implementaron un hotel escuela para su capacitación en términos de hospitalidad, la que resulta muy destacable. 

Nos buscaron del Aeropuerto Internacional Cataratas del Iguazú y tras un exclusivo transfer que tomó menos de una hora llegamos al Luxury Camps, inmerso en la Reserva Natural Puerto Bemberg. 

Era hora de la merienda, por lo que de inmediato inició la degustación de sabores que iba a marcar a fuego ese fin de semana largo de diciembre. Delicias en las cuatros comidas incluidas en la reserva, destacándose por sobre todo las opciones que resaltan los sabores típicos de la zona, como -por supuesto- la chipita o el M´bejú. 

Los almuerzos ofrecían varias opciones en una secuencia de tres pasos. En las noches, a la propuesta se le sumaban los intermedios, appetizers y pre postre, siempre maridado con vinos presentados por el apasionado Lucas, quien compartió con generosidad todo su expertise y nos instó a conocer nuevas etiquetas.

Nuestros favoritos fueron todos, absolutamente todos. La sopa paraguaya, la chipa guazú, el dorado presentado en la pesca del día, el delicioso lomo, la incomparable pasta casera, incluso hasta probamos la versión gourmet del borí borí, el ícono de la gastronomía rural guaraní. Imposible elegir solo uno pues todo lo que probamos fue superlativo.

Luego de la cena, brindamos a la luz de la fogata que se enciende todas las noches a las siete de la tarde, a un costado de la pileta.

Nos alojamos en la suite Premium, que además de espaciosa y confortable en su interior, ofrece un amplio deck con una piscina exterior que disfrutamos cada vez que pudimos; todo con una maravillosa vista al río Paraná.

En las tardes, luego de contemplar los bellos atardeceres del litoral, resultó tentador tomar baños de inmersión con espumas en la tina con vista a la selva.

La propuesta de Pristine Luxury Camps incluye actividades en la reserva natural, como caminatas por senderos. Fue bien bonito el que nos guió Cristian hasta el Salto Guatambú, donde recuperamos energías con snacks frutales presentados en un lindo picnic. Y fue particularmente extraordinaria la navegación por el río Paraná hasta el maravilloso Salto Yasy, una de las joyas ocultas de la provincia de Misiones, a la que no es nada fácil acceder. En ella David, nuestro divertido guía, nos instó a tirarnos al agua y disfrutar de un baño a solo metros de la enorme cascada.

En estadías de tres noches, se prevé una visita de medio día a las Cataratas del Iguazú del lado argentino. Fue así que temprano en la mañana partimos rumbo el parque nacional para hacer el recorrido tanto del circuito inferior como del circuito superior para extasiarnos una vez más con su belleza. Ya habíamos visitado las Cataratas del Iguazú en un viaje terrestre por la provincia de Misiones, igual nos sorprendimos con la potencia del agua y la majestuosidad del paisaje. El gran número de visitantes del parque se torna un tanto molesta por momentos, pero tanto David como Gabriel, el guía registrado del parque, se esforzaron por hacer el recorrido de la manera más cómoda para nuestro pequeño grupo de Pristine.

De regreso a la reserva, no dudamos en tomar las clases que el equipo ofrece a quien se apunte. Así, tomamos una clase de cocina para aprender a hacer la célebre chipita, con la fécula de mandioca, manteca y mucho, mucho queso por supuesto. También disfrutamos las clases de té y de yerba mate en la que conocimos sobre la creciente producción local. 

Singular fue la cata de vinos a cargo de Lucas, justo antes de una cena, para continuar aprendiendo sobre bodegas argentinas de vanguardia. 

Cual síntesis, hospitalidad, confort, relax,-en nuestro caso- un poquito de aventura y una muy sobresaliente gastronomía son las impresiones que nos llevamos de nuestra experiencia en Pristine Luxury Camps. Al despedirnos del equipo, además del eterno agradecimiento por tan especial dedicación, les expresamos nuestro convencimiento de visitar la nueva apertura en la Patagonia, Pristine Luxury Camps El Calafate. 

Cuando una cadena trabaja en pos de un producto de primera, y lo consigue, es inevitable en el viajero no tentarse ante la garantía de un escape a puro confort y sabor.