Playa del Carmen
Destino familiar por excelencia
De la inmensa oferta de hoteles de todo tipo y categoría, el Riu Palace Riviera Maya resultó el elegido por el grupo de siete familiares para pasar una semana entera de sol y relax en Playa del Carmen.
La ciudad es uno de los desarrollos turísticos más significativos de la costa de Quintana Roo.
El hotel se encuentra en el barrio privado Playacar, en línea de playa, por lo que el acceso al mar Caribe es súper conveniente. El personal es muy amable y dispuesto y la gastronomía, aún cuando aplica el régimen estilo all inclusive, es superlativa.
Usualmente, en los todo incluido importa más la cantidad que la calidad, pero ese no es el caso en este hotel emblema de la cadena Riu. En el restaurante italiano destacaba la pasta con langosta, en el japonés resultó particularmente sabroso el atún rojo, tanto como la oferta de langosta del steak house próximo a la playa. Cuenta además del buffet con otros cinco restaurants de especialidad.
Como suele suceder, en el caso de los dos @tripticity_ terminamos muchas veces en la opción 24 horas del hotel, el Lounge, comiendo la “chatarra” autóctona, los nachos con guacamole, chili con carne y crema de chiplote.
Para los @tripticity_, los preferidos fueron las tardes que pasamos en la cafetería del lobby, el Capuchino, donde disfrutamos de soberbios espressos de café de Veracruz con cookies y macarons, y los otros tantos momentos en el bar Daiquiri, en los que brindamos con champagne, bourbon y cocktails a base de coco.
Las habitaciones son muy espaciosas, incluso en las categorías más bajas. Cuentan con una tina y baño integrado, de estilo moderno. Además ofrece habitaciones adaptadas que garantizan accesibilidad.
La ahijada de @tripticity_, Chiquitina, se moviliza en silla de ruedas, por lo que apreciamos las facilidades del establecimiento para personas con movilidad reducida.
Los espectáculos y propuestas de entretenimiento son buenos. En nuestro caso, algunos optaron por actividades acuáticas, como kayak en el mar, otros por las clases de yoga y entrenamiento, coincidiendo siempre en el Daiquiri o en el Pórtico en la noche, después de la cena, para disfrutar un último trago antes de descansar.
Fuimos en época de sargazo, el alga que puede arruinar temporadas enteras en Playa del Carmen, pero por suerte no hubo tanto y el hotel, además, se encarga de limpiar la playa todas las mañanas.
Las reposeras bajo las líneas de palmeras ayudan a protegerse del fuerte sol de Yucatán. @tripticity_ optaba por disfrutar de las mañanas en la playa, haciendo descansos al mediodía para proteger la piel.
Muy cerca del hotel, a solo unos veinte minutos caminando, se encuentra la célebre Quinta Avenida, el sector comercial, bien entretenido, con tiendas, cafés, bares y muchas opciones para la compra del souvenir típico. Al atardecer, además de artistas locales que ofrecen sus performances, se ejecuta el rito de los voladores, una manifestación cultural proclamada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
También en el mismo Playacar, justo a frente al hotel Riu Playacar, un centro comercial con tiendas bien típicas para turistas es un paseo para las tardes.
El descanso frente al mar en Playa del Carmen es asegurado, más en este tipo de hoteles que tienen -efectivamente- todo resuelto, lo que permite al visitante conectar con la brisa, tomar baños en la tibia y tranquila agua del mar del Caribe y disfrutar de las comidas y bebidas incluidas.
Ciento por ciento es la opción familiar por excelencia.