Taller de Cerámica La Serena
Pilar Mari, la experta en cerámica y color
Visitar el taller de Pilar era un pendiente para @tripticity_. Aprovechamos la oportunidad de la celebración de la Tercera Vendimia de Cachi para coordinar ese encuentro. Y así fue que al llegar a la intersección de la ruta provincial 33 con la ruta nacional 40, optamos por continuar unos metros más -como nos marcaba el Google Maps- para darnos con La Serena, el universo de Pilar.
Construido con materiales de la zona, como el adobe y la caña, tiene forma de Chakana, el símbolo sagrado de las culturas andinas y precolombinas, una cruz escalonada que se asocia con la idea de vivir en armonía con la naturaleza.
Y así es La Serena, el espacio dentro de una Chakana que creó la experta y que es un recordatorio de la práctica de la gratitud. En sus palabras: “No te olvides de lo fundamental, no te olvides de disfrutar, no te olvides del tiempo… el tiempo va y viene, las cosas siempre llegan, pero disfrutá; entonces, aprendo todo el tiempo y cuando me olvido este espacio me hace agradecer estar acá”.
Su oficio de guía de turismo la llevó en su juventud a la Patagonia. Fue en El Calafate donde se conectó con la cerámica.
Un poco autodidacta empezó a convertir el barro en piezas. Adriana Ariztazábal le enseñó cómo hacer las pastas.
Continuó su instrucción con Marianne Alonso en La Lucila para el año 2010.
Allá en El Calafate conoció a Emilio, su compañero, actual Intendente del Parque Nacional Los Cardones, quien al regresar de la Antártida la invitó a acompañarlo a Formosa. Fue entonces que se instalaron en el Parque Nacional del Río Pilcomayo.
Fueron durante esos años que se especializó a distancia con el maestro Jorge Fernández Chiti, en el Instituto Condorhuasi.
Hoy experta en el oficio de crear las piezas y de crear los colores, siempre eligió hacerlo todo ella, desde la pasta con su barro hasta la alquimia de colores.
Cuando se asentaron en los Valles Calchaquíes resultó claro que debía montar ya su taller, construyendo su propio horno. Y así surgió La Serena.
Pilar resalta la importancia del fuego como elemento definitorio de cada pieza, lo que transforma a la arcilla en cerámica.
Llegar a esas tierras, con tanta historia, fue para ella un desafío pues quiso adentrarse en esa cultura milenaria, aprendiendo las técnicas utilizadas por las culturas pre incaicas en la manufactura de extraordinarias piezas.
Y fue así como se convirtió en idònea en cerámica arqueológica.
Ella siente a La Serena como un espacio dador, porque la tierra es muy generosa, y así pasan sus días dentro de su Chakana, agradeciendo estar en serenidad, eso de estar disfrutando lo que hace.
La Serena también invita a disfrutar de ese universo de paz, pues en él Pilar brinda talleres y jornadas a artistas y personas de todas partes que estén interesadas en la cerámica. Durante esos días, la propuesta es relajar, conectar con el entorno, practicar yoga, para luego disfrutar de un viaje en el mundo de la cerámica, mientras Pilar describe (como buena guía de turismo) las características de los valles, de ese lugar tan energético, uniéndose con alegría y serenidad con sus conocimientos técnicos sobre barro y color.
Y así la ceramista recuerda a todos que sí es posible lograr los deseos, en ese espacio lleno de símbolos que evocan la naturaleza, la armonía y el amor.