Hornocal
Una de las grandes maravillas de la Argentina
Ribetes de 14 colores forman triángulos picudos. La serie se repite en la sierra Hornocal para formar un escenario de acabada preciosidad.
El Hornocal se yergue a 4.760 metros sobre el nivel del mar, por lo que el ascenso a la terraza natural para su contemplación debe ser hecho con cautela, a través del empinado camino que lo conecta con el pueblo de Humahuaca.
Es una formación calcárea que pertenece al Yacoraite y la belleza de sus matices surge por la erosión en ángulo y por capas de los distintos estratos. Su majestuosidad fuerza al visitante a contar la cantidad de colores que contiene.
Una escena memorable sucede en la película argentina Mi Obra Maestra -con Guillermo Francella y Luis Brandoni- precisamente frente al Hornocal… pero nada como presenciar personalmente su colorida e inmensa falda.
La altura -conocida en esas latitudes como el “soroche”- por supuesto que se siente, por lo que la recomendación es comprar las populares hojas de coca en el pueblo o -en su defecto- apelar al mágico dramamine.
La comunidad Hornocal-Pueblo Omaguaca custodia su patrimonio: al ingreso se abona un ínfimo pase para conocer este arco iris terrenal.
La visita debe ser hecha en lo posible entre el mediodía y el atardecer, preferentemente entre las 15 y 17 horas, de modo de observar cómo los rayos del sol poniente impactan en la sierra, avivando más sus colores.
El regreso por el mismo camino montañoso, ya en la tarde, descubre el agreste paisaje que siempre sorprende, sea por el zigzag de sus cornisas o por la visita fortuita de un grácil guanaco. Simplemente un imperdible.