Distintivos mercados
Las mejores compras en Cachi
En los viajes a @tripticity_ le gusta comprar. No por una cuestión de simple consumo: tiene el férreo convencimiento de que forma parte de la experiencia. Sea algún recuerdo típico, sea algún dulce regional o un hallazgo particular de esos que siempre tiene el ojo de encontrar.
La visita a Cachi no es la excepción. Por el contrario, el pueblo calchaquí ofrece variadas opciones a la hora de las compras.
Para empezar... el Mercado Municipal, que cuenta con un tesoro de aromáticas, yuyos para infusiones, frutos secos -en especial las nueces de sus célebres nogales-, legumbres, deshidratados, conservas, miel, entre otros... El orégano, el comino, el pimentón, el anís… su producción en la zona garantiza su pureza y frescura.
Sorprende la variedad de papines en grandes bolsas de arpillera (marrones, rosados, blanquecinos, redondos, alargados, etc.) o el verde intenso de las frescas habas del lugar.
Los puesteros ávidos para concretar la venta enuncian las cualidades de sus productos e incluso -si el visitante gana su huraña confianza- se animan a contar sus propias historias. De nuevo: para @tripticity_ no se trata de comprar, se trata de honrar el sacrificio que esconde cada producto. Es un lujo encontrarse con doña Dora Siares para que cuente las novedades de la comunidad diaguita, compartir las últimas novedades del clima con don José González, saber cómo fue el último envío de mercadería de don Fermín Burgos, saludar otra vez a don Nicefor Vásquez, o preguntarle a don Mario Sajama por el último dulce que hizo “la patrona”. Oriundos de los valles, relatan orgullosos el funcionamiento de la cooperativa, la procedencia de sus mercaderías y sus impresiones de la vida.
Luego el Centro de Artesanías, sobre la calle Ruíz de los Llanos, a media cuadra de la plaza 9 de julio, da morada y exhibe la obra de muchísimos artesanos textiles, alfareros y orfebres de toda la zona. La variedad y la conveniencia de precios son dignas de ser resaltadas. También ofrece tallados en cardón y trabajos en cuero. Se destacan los tapices hechos en telar, colgados en lo alto. Una tienda en una icónica casona de Cachi que se erige como custodio del patrimonio cultural vivo.
Otra muy interesante opción, en lo referido a objetos de cerámica, es el Taller Municipal de Artesanos a cargo del maestro Rolando Velásquez. Los horarios son un tanto extraños pero es una experiencia enriquecedora subir las escaleras para encontrarse con las alumnas en plena faena y, por supuesto, admirar los estantes, repletos de ollas y cazuelas a muy buen precio. Se lo encuentra en la calle Benjamín Zorrilla, justo en el codo donde dobla su trazado rumbo al oeste.
El selecto hotel boutique El Cortijo esconde en su interior una magnífica muestra de ornamentación contemporánea que armoniza con su entorno. También se destaca por su tiendita, con un importante acervo artístico. En “El Almacén” se encuentran objetos de diseño de artesanos y artistas del noroeste argentino, así como miel pura de su propia producción y el poderoso té Cinco Papachos, una mezcla perfecta de hierbas (arcayuyo, inca yuyo, paico, suico y muña muña) que logran un blend digestivo inigualable.
Casi en la esquina de la plaza, otro pequeñísimo almacén merece una visita: se trata de La Casa del Pimentón, donde se pueden comprar las especies familiares (¡el azafrán del valle en hebras!) o las riquísimas nueces confitadas que elabora también su dueña.
Y para honrar a Eusebio, el mozo que siempre atiende afablemente en la Hostería del Automóvil Club, la visita a Cachi debe incluir la compra de miel pura de la Casita de la Miel, sobre la ruta 40, a un par de kilómetros al sur del pueblo.