Cauqueva
Cooperativa de agricultores
Visitar Cauqueva en Maimará es un aliento a los sueños, a imaginar que los anhelos se deben concretar. Es otra evidencia de que la aspiración es el motor más fuerte del hombre.
El Proyecto Cauqueva encuentra su sede en el pueblito más inadvertido de la Quebrada de Humahuaca, al que le está llegando su hora de brillar. Entre Purmarmarca y Tilcara, las dos estrellas que se llevan toda la atención, se encuentra Maimará con su impactante formación de colores, conocida por todos como la Paleta del Pintor, de extraordinaria belleza.
El pueblo es simple y al mismo tiempo grandioso, por el enclave natural en el que se encuentra y su franca fisonomía. Su cementerio emplazado en un cerrito sorprende pues los panteones y nichos se ubican en su ladera, apostados como para vigilar la vida que va y viene debajo por la Ruta 9. Florido como todo cementerio norteño merece una visita en sí mismo. Justo enfrente, del otro lado de la carretera, se halla Cauqueva.
Primero hicimos la visita al Museo de la Vida Campesina, que cuenta con una pequeña colección de objetos cotidianos que detallan las características de lo autóctono. Una vitrina de vidrio exhibe sus cultivos principales, como el maíz -en sus diferentes variantes y colores- y las papas andinas. En un mural se explican los ciclos de la agricultura. Luego, en una esquina con un retrato en el centro, se ubica la sección destinada a las hierbas medicinales de la región y a la sabiduría de Josefina Aragón, una coplera y cocinera que domina como nadie la homeopatía ancestral.
A un costado, la tienda ofrece los productos que la cooperativa Cauqueva gestiona con la valiosa participación de productores locales. Hay de todo: fideos de maíz morado o capia, con quínoa, espinaca, habas o pimiento, todos libres de gluten; los papines andinos (oca, verde, lisa); el puré deshidratado de papas andinas; la quínoa; los palitos de maíz; o los destacados dulces, como los alfajores de maíz, kiwicha o quínoa. Todos productos gestados por la entidad que revaloriza los sabores locales, organiza a los agricultores de la quebrada e impulsa un negocio sustentable respetuoso de la tierra.
Un proyecto reconocido por la Unión Europea, que además mantiene relaciones con otras cooperativas del país, en una evidente y sobresaliente sinergia.
@tripticity_ no solo se sensibilizó al conocer tremenda hazaña, sino que fiel a su costumbre compró un artículo de cada una de las variantes ofrecidas para disfrutarlos de regreso a casa, como un símbolo de admiración y respeto.