Campo Morado 

Sentirse como en casa en Huacalera 

Justo en el centro de la Quebrada de Humahuaca, bien cerquita del monolito del Trópico de Capricornio, una posada de seis habitaciones ofrece una garantía de buen descanso. 

Es la casa de Alicia, Campo Morado, quien se brinda a sus huéspedes como una gentil anfitriona. Lo mejor que ella sabe dar es precisamente su hospitalidad, siempre dispuesta a dar un consejo por su conocimiento de la zona, a satisfacer la necesidad de su huésped, aclarando que su posada es una casa y que su comida no es gourmet sino familiar. 

Huacalera es un pueblo de paso, en el que quizás sólo se destaca su antigua iglesia, donde en 1841 los restos del general Juan Lavalle fueron descarnados por sus fieles laderos, que huían de las fuerzas federales rumbo al altiplano. 

La antigua estación de tren, a sólo unos metros de la ruta 9, es otro signo de la historia de este pequeño y un tanto olvidado pueblo de la quebrada. 

Lo de Alicia, sin dudas, es un punto estratégico para hacer base en cualquier visita. Es cómodo, placentero y cálido. 

Un sobresaliente fue el desayuno servido por ella, por demás completo, con jugo natural, frutas frescas, panecillos, tortillas y medias lunas servidos calentitos. Los dulces son de manufactura -como no podía ser de otro modo- de la misma Alicia. 

También ofrece cena de un menú único con reserva previa. 

Para @tripticity_ alojarse en Campo Morado, después del sufrido pero maravilloso viaje desde Caspalá, se sintió como una bendición de buen gusto, cortesía y, sobre todo, confort. 

También ofrece cena de un menú único con reserva previa. 

Para @tripticity_ alojarse en Campo Morado, después del sufrido pero maravilloso viaje desde Caspalá, se sintió como una bendición de buen gusto, cortesía y, sobre todo, confort.