Brea Cocina
Una propuesta diferente
Sobre la ruta nacional 68, justo al lado de la Bodega Tierra Colorada abre sus puertas Brea Cocina, de la mano de Matías Nanni.
En el interior esperan dos amplias salas más otro sector más privado en el entrepiso, en donde se destaca la espontaneidad y desenvoltura del estilo contemporáneo, un rasgo del anfitrión plasmado en la deco del lugar. Todo se completa con la cocina integrada y totalmente a la vista.
Pero siendo la brisa de los Valles Calchaquíes tan disfrutable, aun cuando es fuerte el calor de su característico sol, la galería es el sector sobresaliente. Ese fue el lugar elegido por @tripticity_ para ese tan agradable almuerzo de domingo.
En resumen, todo está dicho en su nombre. Brea no es un restaurante, es una cocina que forma parte no solo de la bodega familiar sino del paisaje en su conjunto. Su carta ofrece tres opciones para cada paso. Sí, es una carta pequeña pero súper variada. De hecho, la estrella es la variante vegana de los falafel de garbanzo y sésamo frito con ensalada fresca y dip de yogurt natural. Por supuesto, ¡lo elegimos y nos encantó! Aunque yendo por orden cronológico, iniciamos con el dúo de empanadas de carne y de quinoa, acompañadas con la tradicional salsita picante. Muchísimo sabor en una variante más liviana de lo usual. De principales, además de los falafel, el chofer y cadete se volcó por el peceto laminado con jamón y queso a la crema, con papas doradas y ensaladita de verdes recién cosechados. La hermosa sensación de comida casera y fresca fue confirmada por Matías, quien nos confesó que esa opción de carne era de hecho la gran receta ancestral de su familia.
Lo acompañamos con el Tannat 717 de la línea reserva de la bodega. El varietal se da muy bien en los Valles Calchaquíes y de a poco va imponiendo su calidad en los mercados, a la par del eterno torrontés, por lo que no nos sorprendió el equilibrio de intenso sabor y cuerpo del 717 del terruño de Finca Chimpa, los viñedos del “otro lado del río” en Cafayate. Soberbio, entre los mejores que tomamos en los últimos tiempos.
Mientras lo disfrutábamos en esa calurosa siesta de diciembre pudimos conocer un poco más de la historia de vida de Matías, quien abrió su comedor en febrero de 2021 buscando ofrecer una variante distinta a lo acostumbrado y, principalmente, de concretar un lugar de encuentro. Por ello, en sus planes prima la idea de atardeceres de música en vivo bajo el cielo estrellado de Cafayate, cuando amaina el viento y el tráfico en la ruta. Punto de reunión de amigos alrededor de un fuego que ligue buena energía, sueños, carácter, creatividad e ideas propias.
Cosa que @tripticity_ celebra cada vez que suceden estas coincidencias. Aquella larga hora que compartimos con Matías, lejos de hacernos sentir unos viejos de 45 años, nos contagió de su empuje y sus convicciones.
Todo acompañado de una gastronomía de primera.
¡Esperamos pronto poder vivir alguna de esas noches de Brea!.